Apoyemos a los emprendedores con potencial de éxitoF

Luis Hernán Paúl

Muchas veces me he preguntado qué podemos hacer en Chile para que en el futuro contemos con empresas como Falabella, Cencosud, Antofagasta Holdings, BCI, Concha y Toro, Agrosuper, Sonda y muchas otras que han logrado desarrollarse con gran éxito en los últimos 40 años. Estoy pensando especialmente en empresas de reciente creación o inexistentes todavía que logren resaltar y crecer significativamente durante los próximos 40 años.

El Estado ha hecho un aporte importante al desarrollo del capital de riesgo y el emprendimiento por la vía de la creación de diversos mecanismos que facilitan el financiamiento para este tipo de iniciativas.

En el sector privado si bien hay unos pocos jugadores que han apoyado a los nuevos emprendedores, pareciera que resta todavía mucho por hacer en este campo. Además son pocas las empresas que cuentan con vehículos especiales para impulsar emprendimientos en sus sectores de actividad, tal como ocurre en otros países. Me refiero a fondos de capital de riesgo como el que cuenta Telefónica, llamado Amérigo, el cual opera en diversos países y cuyo objetivo es identificar y financiar, en su etapa de crecimiento y expansión, compañías innovadoras de alto impacto en el marco del nuevo mundo digital, y de convertirse además en una referencia para emprendedores.

Google también tiene un fondo similar llamado Google Ventures, con el cual busca apoyar en diversos países la innovación y promover a empresas jóvenes o start-ups prometedoras de la industria tecnológica relacionada con internet, software, energías renovables, biotecnología y el cuidado de la salud.

En Chile tampoco contamos con gran cantidad de fondos de inversión privados e inversionistas ángeles que financien este tipo de proyectos. En parte ello se debe creo a que este tipo de inversiones son riesgosas. Lo normal es que sólo uno de cada veinte proyectos se transforme en un negocio exitoso. Se trata por tanto de inversiones que pueden generar atractivas rentabilidades pero que involucran asumir elevados riesgos.

El aporte de recursos financieros que entregan los fondos de capital de riesgo y los inversionistas ángeles si bien es fundamental, también lo es el aporte que éstos entregan en su rol de directores o asesores de los emprendedores, ya que para lograr el éxito es fundamental no sólo contar con conocimientos y buenas ideas sino que también con capacidades para implementar los proyectos, para lo cual es vital que los emprendedores reciban consejos de personas que tengan experiencia práctica en el desarrollo de negocios.

En los años recientes se ha generado en la gente joven en Chile un gran interés por emprender, por lo que es bastante amplia la oferta de proyectos de capital de riesgo que están levantando capital no sólo por primera vez, sino que también algunos que están en sus segundas, terceras y posteriores etapas de financiamiento.

Lo que está faltando son más agentes en el sector privado que estén dispuestos a invertir y apoyar a los emprendedores que iniciaron proyectos que han evolucionado razonablemente bien a la fecha pero que requieren de más financiamiento para continuar desarrollándose.

Por ello invito a los que cuenten con recursos que pueden destinar a inversiones de relativamente alto riesgo que los aporten a fondos de capital de riesgo y/o que actúen como inversionistas ángeles en emprendimientos en que su experiencia profesional pueda ser un valioso aporte.

Yo en forma personal he invertido en unos pocos emprendimientos que me parecieron especialmente atractivos cuando me los presentaron producto del tipo de negocio que buscan desarrollar y los equipos de personas que trabajan en ellos en el día a día. A la fecha ha sido una grata experiencia, aunque han surgido múltiples problemas y contratiempos en el camino. He confirmado que hacer realidad un proyecto tiende a ser más difícil de lo que se pensaba iba a ser. En unos años podré contarles si fueron o no buenas inversiones.